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Desafíos para medir las TIC y la brecha digital de género

La medición de las TIC es compleja ya que las TIC evolucionan rápidamente (de mainframes a celulares e Internet de las cosas pasando por computadores personales y laptops) y son apropiadas para diversos fines (sector productivo, gobierno, educación, mejoras de calidad de vida). La definición de las TIC y su ámbito de acción son bastante dinámicos, por lo que medirlas impone el desafío de adecuarse a este dinamismo.

Por otro lado, es clave medir las TIC como un medio y no como un fin. Así, la medición de acceso a las TIC es necesaria pero no suficiente. Igualmente, es necesario entender aspectos de intensidad y tipos de uso así como las habilidades. Sin embargo, pienso que el mayor desafío es medir cómo el uso de las TIC ayuda a las personas en diferentes ámbitos. Si las TIC son clave para el desarrollo humano, es necesario construir indicadores que midan hasta qué nivel las personas pueden usar las TIC para lograr tal desarrollo.

Medir las TIC y el género

Pienso que hay dos desafíos clave para medir la brecha digital de género. El primero es que las brechas de género son sociales, lo que implica que otros factores están relacionados la brecha digital de género. Por ejemplo, la cantidad de tiempo libre que tienen las mujeres para desarrollar habilidades TICs y el nivel  de educación y socioeconómico que alcanzan en promedio son factores que están relacionados a la brecha digital de género. Por lo tanto, no basta con incluir la variable género en las mediciones. Se deben incluir las otras variables socio-demográficas que son relevantes a la brecha.  

El segundo desafío es que las brechas de uso, y por consecuencia las de habilidades TICs, pueden ser afectadas por la oferta de contenidos disponibles. Si el contenido web es altamente masculinizado, estereotipado, o permite violencia de género, es entonces muy probable que las mujeres (y las minorías) no adopten ciertos contenidos o usos de las TICs. Si ello sucede sistemáticamente, entonces no habrán tenido el tiempo de uso necesario para desarrollar ciertas habilidades TICs. Así, las mediciones de uso TICs deben considerar que las tecnologías y muchos de los contenidos web están siendo construidos en su mayoría por hombres, lo cual puede tener implicancias para el nivel de uso de las mujeres y las minorías.

Autora: Claudia López

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Los riesgos de la economía digital

Como parte del curso que estoy tomando, tratamos el tema de la economía digital, definido por la Cepal como “una nueva forma de funcionamiento que se desarrolla en un entorno de cambios rápidos y flexibles a escala mundial, como los siguientes: cambios tecnológicos, que abarcan el desarrollo de las TIC y la informacionalización de la economía y la sociedad; cambios económicos, relacionados con la globalización de la economía mundial; y cambios organizativos, porque la productividad y la competitividad dependen crucialmente de las estructuración de redes empresariales.” Esta definición viene súper influenciada por las visiones de Castells de la Era de la Información.

Dejo aquí mi conclusión sobre los riesgos de la economía digital: Pienso que el gran riesgo de la economía digital es que el uso de las tecnologías y, por ende, sus beneficios pueden ser desigualmente distribuidos en la población mundial. De hecho, hay gran evidencia de que hoy en día existen múltiples y amplias brechas digitales que están correlacionadas a variables sociodemográficas y socioeconómicas de las personas (y de los países!) que aumentan las desigualdades que ya afectan nuestra sociedad. Las brechas digitales dejan en mayor desventaja a los grupos sociales que ya tenían desventajas antes de la aparición de la economía digital. Las brechas digitales revelan un comportamiento general en el que aquellos que tienen oportunidades logran aún más oportunidades, y aquellos que no las tenían enfrentan aún más desventajas.

Evidencia de estos riesgos es que en el 2016, aún existen cuatro mil millones de personas sin acceso a Internet, según el Banco Mundial. Además, aunque la primera brecha digital (de acceso) se ha ido cerrando, la segunda brecha digital de uso y habilidades de tecnologías de información persiste incluso en países desarrollados. Esta brecha es mucho más difícil de cerrar, y podría incluso aumentar, ya que los usos y habilidades de las tecnologías de información se desarrollan a través del tiempo, especialmente en actividades de trabajo, y cambian muy a menudo junto a los cambios tecnológicos.

Los riesgos asociados a las brechas van acompañados al hecho de que uno de los efectos de las tecnologías es la pérdida de trabajos relacionados a tareas rutinarias y automatizables. Si las personas que desempeñan estos trabajos, no tienen la posibilidad de insertarse en el mundo laboral de la economía digital, esto abre un nuevo problema social. De hecho, se estima que de los siete millones de trabajo que se han perdido gracias a la introducción de tecnologías, sólo dos millones de trabajos se han recuperado. Mitigar estos efectos es necesario para poder tener una más justa distribución de los beneficios de la economía digital.

Finalmente, pienso que un riesgo adicional es que mucho de las potenciales soluciones para mitigar estos riesgos requieren de decisiones políticas de alto nivel, junto con inversión, que apunten a implementar la infraestructura tecnológica necesaria, a desarrollar las habilidades digitales en toda la ciudadanía, y a crear un ecosistema de instituciones y regulaciones que propicie el uso de las tecnologías en pro del bien común. Este tipo de decisiones políticas puede evitar que las tecnologías se vuelvan un medio más de desigualdad y control de parte de un grupo social (o incluso de los mismos gobiernos) sobre otros grupos sociales. Lamentablemente, pienso que esto puede ser un riesgo, ya que ciertos gobiernos podrían no tomar estas decisiones ya sea por falta de visión o dinero como también por un afán controlador de la ciudadanía.

Autora: Claudia López

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La agenda de la igualdad y las TICs

Como parte del curso de la CEPAL que estoy siguiendo, tengo que postear mis pensamientos respecto a ciertos artículos. El contenido de las conversaciones del curso es privado, pero pienso postear aquí mis opiniones en un intento de aportar a la visibilización de las brechas de género en Latinoamérica y el Caribe.

Artículo a comentar: La agenda de la igualdad de las mujeres latinoamericanas (2013, Alicia Bárcena)

Preguntas: ¿cuáles cree que son los principales desafíos para los próximos años en materia de igualdad de género? ¿Qué papel juegan las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en estos desafíos?

Mi opinión: Concuerdo con Alicia Bárcena en su diagnóstico. Pienso que el principal desafío es “cambiar las relaciones de poder” para que todas las personas (mujeres, niños y niñas, y minorías) puedan gozar efectivamente de sus derechos. La brecha de género digital es una esfera más donde podemos tener evidencia clara de la brecha de género que tenemos como sociedad. Hay otras brechas digitales en términos de raza o de países desarrollados vs. en desarrollo que también tienen explicaciones en fenómenos mucho más amplios que sólo lo digital.

Respecto al papel que juegan las tecnologías en resolver este desafío, pienso que la clave está en no permitir que las tecnologías sigan siendo un medio adicional (y posiblemente poderoso) para mantener o acentuar las actuales desigualdades de poder. Por eso, creo que es importante poner énfasis en la necesidad de evitar que las tecnologías aumenten la segregación laboral, o más ampliamente, la opresión social de ciertos grupos sobre otros.

Agradecí harto esta última visión (más crítica del rol de la tecnología) en el artículo de prensa. Pienso que una visión muy optimista de las oportunidades que nos brinda la tecnología es riesgosa. Desde mi punto de vista, las tecnologías son producto de nuestra sociedad (mirada súper influenciada por Orlikowsky). Nosotros las creamos, adoptamos y transformamos dada nuestra visión de lo que creemos que podemos/debemos hacer con ella. Así como nos dan oportunidades de conectarnos y hacernos más fuertes como grupos humanos también nos dan oportunidades de reproducir el actual orden social. El punto, creo yo, está en asegurarnos de que la tecnología es creada y adoptada como un medio más (entre muchos otros) para cambiar las relaciones de poder y apuntar la igualdad.

Autora: Claudia López