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Chile WiC 2018 – 3 días después

Chile WiC 2018 fue hace 3 días atrás. Ahora estoy en un avión camino a una conferencia para continuar con dos más en las siguientes dos semanas. Pero aun tengo esa sensacion de emocion de haber trabajado en la organización de un evento tan motivante como el VII Encuentro Chileno de Mujeres en Computación, que esta vez fue en mi casa de estudios, la UTFSM en Valparaíso, y organizado en conjunto con colegas que estimo profundamente y con estudiantes que nos regalaron sus horas y talentos para que este evento funcionara de la mejor manera posible. Ningunx de nosotrxs se dedica a la producción de eventos, así es que como buenxs amateurs, nos tocó hacer de todo para que funcionara. Ojalá nuestros mini-caos(es?) y mis equivocaciones no hayan arruinado la experiencia de nuestrxs invitadxs.  

Chile WiC 2018 esta vez tuvo un récord de postulaciones y presentaciones. 38 personas presentaron en el escenario. Esto incluye 3 paneles, 10 presentaciones en la competencia de estudiantes, y 11 presentaciones de profesionales en informática. Además, incluye la charla de nuestra admirable keynote Nancy Hitschfeld, quien en una hora nos contó de su vida, su investigación y los logros que han obtenido en el desarrollo de políticas de equidad de género en la Universidad de Chile. El evento reunió a más de 180 personas, entre mujeres, disidencias y hombres…sí, había hombres! Eso porque están tan cordialmente invitadxs como cualquier otra persona. Lo digo porque es la primera pregunta/crítica que se hace respecto al evento, y quiero reforzar la idea para que no se olvide en los próximos años.

Como co-organizadora del evento, siento que este Chile WiC (mi tercero!) me ha dejado un sabor especial. No solo porque fue en Valparaíso y en la universidad que me educó y hoy me da trabajo, sino por sobre todo porque no puedo separarlo del movimiento feminista que las estudiantes universitarias iniciaron en Mayo de este año. Pienso que su invitación a cuestionarnos como instituciones educacionales y profesorxs, a educarnos respecto a nuestros sesgos y sus implicancias en la vida de otras personas y la sociedad, y sobre todo a actuar para corregir las actuales desigualdades de género permeó también lo que terminó pasando en Chile WiC 2018. Las presentaciones de estudiantes y profesionales mostraron la diversidad de los trabajos en que se desenvuelven las mujeres en computación, ayudando a romper esos estereotipos que nos encasillan una y otra vez. Los paneles nos ofrecieron ejemplos de cómo tomar acción, ya sea individual u organizadamente, para enfrentar los sesgos en reclutamiento, para tener mejores ambientes de trabajo, y para dar más libertades de soñar a las niñas, niños y niñes sobre qué pueden hacer con (a través de) la tecnología. Me gusta pensar que todo lo que aprendimos ese día será fuente de más y más acciones que avancen hacia la igualdad en nuestra disciplina y en nuestras vidas más allá de nuestra profesión.

Así como en años anteriores, volví a sentir que Chile WiC nos reafirma que no estamos solas. Que a pesar de que algunas son la única profesora en el departamento de informática o la única estudiante mujer en su curso, no estamos completamente solas. Hay más mujeres y minorías en el área, y conocernos, aprender una de la otra, y armar redes nos ayuda a sentir que esta disciplina nos da un espacio y nuestro trabajo hará que ese espacio se vuelva más y más acogedor para las futuras generaciones. Espero que mis palabras reflejen el bálsamo de optimismo que me dejó este encuentro!

Y ya para finalizar, quiero volver (aunque sea majadero) a agradecer a todxs quienes participaron en la organización. A Cecilia Reyes por ser un apoyo invaluable en la organización local y un modelo a seguir para mi y tantxs otrxs. A Carla Vairetti y Andrea Vasquez porque armamos un equipazo de coordinación instantánea. A Bárbara y Valeria por la confianza de dejar Chile WiC 2018 en nuestras manos y apoyarnos en todo lo que resultó necesario. A Noemí y Paula del IMFD, y a Ana del DCC que nos ayudaron mucho en comunicaciones. A Erika, Javier, Celeste y Esteban por el apoyo en la gestión de los buses desde/hacia Santiago. A Ángela, Christian y Christofer del DI que nos ayudaron con solicitudes de infraestructura, mover cosas, hacer compras, y gestionar pagos. También a lxs amigxs de nuestrxs voluntarixs que nos ayudaron a mover cosas pesadas y a Daniel Hebel por ser nuestro fotógrafo y encontrar y armar la araña del DI!. Y, por supuesto, a lxs estdiantes voluntaríxs que trabajaron con nosotras por varios meses:

  • Anelis y Maru, por su apoyo con cotizaciones, solicitudes de infraestructura, acreditación, hacer cientos de impresiones y cortar tanto papelito.  
  • Bea y Vicky, por sus hermosos diseños y el activo manejo de nuestras redes sociales, por el apoyo con otros cientos de impresiones y la acreditación.
  • Fernanda e Ignacio por su ayuda con cotizaciones, compras, acreditación, y apoyo en las presentaciones.
  • Javiera y José por los mapas, señalética, acreditación y mover toda la infraestructura, incluídas las ultra pesadas letras!

Obvio que sin alguna de estas personas, el evento no habría sido lo que fue. Es justo nombrarles y darles los créditos que merecen porque un evento así de bonito es sólo gracias a un montón de voluntades que se coordinan para lograr un objetivo común. Me alegra sentir que esta vez lo logramos!!!

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Nota referente al artículo: “Mujeres de Casco y Bototos (y calculadora)”, Revista Alalús 1983, UTFSM

La Revista Alalús se genera como iniciativa del Taller de Periodismo de los estudiantes de la Universidad Técnica Federico Santa María, en la década de los ochenta. En esta nota, haremos referencia a la publicación del mes de Julio de 1983, edición n°2.

De sus diversos contenidos (editorial, bolsa de trabajo, temáticas deportivas, etc.) destacamos el artículo de la página número 17 llamado “Mujeres de Casco y Bototos (y calculadora)”, el cual hace referencia al rol de las mujeres “sansanas”, pretendiendo visualizar la experiencia de 3 estudiantes de la USM, durante los años ochenta; cómo se insertaban en el ámbito de la ingeniería, sus expectativas personales, y la particular “visión femenina respecto de ciertos temas que el entrevistador considera relevantes, tales como: Qué opina tu familia de tu decisión, que hace en tiempos de ocio, que es para ellas el amor, el matrimonio, el aborto, etc.

En los siguientes links se puede encontrar: la presentación y las entrevistas a Lorena Y., Loreto F., y Natacha G.

En primera instancia, para realizar un análisis comparativo respecto a la experiencia actual de algunas mujeres (estudiantes de la Universidad), desarrollamos el ejercicio de mostrarle esta entrevista a cuatro estudiantes de la institución, siendo categórica la reflexión: Ninguna de ellas se siente representada por las preguntas y respuestas desarrolladas en la entrevista del Taller de Periodismo, principalmente en los aspectos valóricos que se plantean. Ellas coinciden también en que jamás ha sido tema su decisión de estudiar ingeniería (como sí pudo serlo en épocas pasadas), sus familias las apoyaron en sus ganas de seguir estudios superiores, aunque no reparando en qué o cuál carrera.

El objetivo de exponer la información entregada por la revista “Alalús” es poner en perspectiva que a pesar de los años que han transcurrido, la inequidad de género ha traspasado nuestras generaciones, por ello además de visualizar y reivindicar el rol de las mujeres en ingeniería a través de un análisis crítico estructural, creemos que es igual de relevante cambiar el lenguaje cotidiano, aportando con pequeñas, pero no menos importantes acciones que fomenten el cambio cultural y nos ayuden a avanzar en una educación con perspectiva de género e inclusiva. Por ello, queremos destacar lo importante que ha sido para la historia de la universidad la integración de mujeres a sus aulas, avanzando desde estudios básicos de decorado de interiores hasta lograr insertarse de par a par con sus compañeros hombres en todos los ámbitos de la ingeniería.

En el contenido de la entrevista, no se acentúa de manera concreta la importancia en la decisión de seguir estudios superiores de estas mujeres. Dada la coyuntura, en los años ochenta la oportunidad del ascenso social a través de la educación era solo para una parte de la sociedad chilena (siendo aun más complejo si eras mujer), por ello, 33 años después destacamos la valentía y decisión de estas “sansanas” al tratar de romper los paradigmas entrando a un mundo catalogado como masculino en ese periodo de nuestra historia contemporánea, como lo eran las ingenierías, los números, las matemáticas, física, etc.

En la actualidad, es tema a nivel global la desigualdad de la mujer en diversos aspectos; laborales, salariales, maternales e incluso los graves casos de violencia de género que se han generado y conocido el último tiempo, por ello reiteramos la importancia de destacar lo que hicieron muchas mujeres empoderadas, que trataron de ser invisibilizadas o reducidas a través del discurso que domina, no solo los medios de comunicación masivos y coaptados por el poder económico-político (como poner en portadas mujeres hiper-sexualizadas reducidas a objetos), sino que también en los aquellos de menor tiraje y peso social (como el ejemplo de la entrevista del Taller de Periodismo Universitario) pero que reproducen un mismo estereotipo, sustentado en el machismo y en otros casos más graves, en la violencia de género.

Nunca es tarde para recuperar y valorar nuestra memoria histórica.

Autora: Jennifer Ceballos

Sobre usar metodologías activas

Hoy hablé en el coloquio de buenas prácticas del DI. La charla trató sobre mi reflexión respecto al uso de métodos activos en mis dos primeros semestres. En particular, entregué detalles de cómo implementé 1) la discusión de casos de estudio en clases, 2) retroalimentación de 1-minuto, 3) auto-revisión de tareas y revisión de pares, y 4) proyectos grupales con una contraparte externa. Por cada uno de ellos, compartí mis reflexiones sobre su éxito o fracaso y los factores clave que creo influencian ese resultado en cada caso. Finalmente, presenté recomendaciones de lenguaje inclusivo en la educación que será parte de las innovaciones que adoptaré en mis clases el próximo año. Dejo mis slides disponibles y pronto incluiré un link al video de la charla.

Uno de mis colegas preguntó sobre evidencia respecto a los efectos de usar lenguaje inclusivo y la verdad es que no tenía referencias al respecto. Después de eso, googlee un tiempo y creo que estos dos artículos son bien iluminadores al respecto:

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Igualdad de género, co-responsabilidad, NCh3262

La semana pasada tuve la suerte de poder asistir a la segunda versión del Curso Taller de Formación de Agentes de Igualdad, organizado por SernamEG y centro Scielo de la U. Santo Tomás. El grupo de estudiantes lo formábamos personas de servicios públicos, empresas, y instituciones de educación. Entre lo expuesto por las profesoras (encabezadas por Pamela Caro) y lo compartido por quienes asistimos al curso durante dos y medio días, aprendí tanto! Seguro lo que escriba aquí no es representativo de toda la reflexión lograda gracias al curso, pero bueno, es un resumen…

Partimos de los conceptos básicos, como que sexo y género no son lo mismo. Que el antónimo de machismo sería hembrismo, y el feminismo es lo que se opone al sistema patriarcal en el que la humanidad ha vivido por tanto, tanto tiempo. Desde ahí a la división sexual del trabajo (horizontal y vertical, y respecto al trabajo doméstico – The global gender gap report 2016 trae datos recientes al respecto), la violencia basada en género, y el acoso laboral y sexual. Lo último me llevó a pensar en cuán invisibilizados han estado los temas de acoso en la universidades que tan sólo han salido a la luz en el último año. Y hoy, de nuevo, me encuentro admirando el trabajo de la oficina de género de la U. de Chile al respecto (ver entrevista a Carmen Andrade).

Después nos fuimos a lo específico de la norma chilena (que es certificable) de gestión de igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal (NCh3262), que está pensada desde el concepto de la co-responsabilidad entre hombres y mujeres respecto al trabajo doméstico para que todas las personas puedan dedicar tiempo tanto al trabajo remunerado como al personal. La norma está siendo lentamente adoptada por grandes empresas en nuestro país y ya hay incluso unas pocas instituciones que cuentan con el sello Iguala que otorga el Gobierno de Chile (que es independiente de la certificación de la norma, pero considera aspectos similares). Las instituciones del gobierno están también ocupadas de lograr avances en esta materia. Esto es súper esperanzador.

Aún así, todavía hay espacio para seguir actuando. Por ejemplo, pienso que es improbable que pequeñas empresas (donde trabaja un gran porcentaje de nuestra ciudadanía) adopten la norma en el corto o mediano plazo ya que ésta está pensada para organizaciones que ya tienen un sistema de gestión certificado (o al menos funcionando). También parece difícil que las instituciones educacionales, como la institución en la que trabajo, tomen la decisión de adoptar la norma en medio de procesos de acreditación que no tienen requisitos respecto a la promoción de la igualdad de género. Sería tan razonable que la acreditación tenga requisitos en este sentido. Si la igualdad y la co-responsabilidad es algo que buscamos en el mundo laboral, parece sólo razonable que también los busquemos en los espacios de  formación de las futuras fuerzas laborales del país (tanto en universidades como centros de formación técnica). Por ahora, esto sigue siendo una decisión de cada organización. Al fin y al caso, se agradece que ya haya una norma de igualdad de género y, sinceramente, espero que ésta no se vuelva letra muerta como la ley de igualdad de remuneraciones que existe hace años, pero en la práctica no ha logrado el objetivo de cerrar la brecha salarial de género.

Autora: Claudia López

2016-1-2

Jóvenes en investigación: Desafíos a una brecha aún pendiente

Este miércoles 21 de septiembre de 2016 fueron publicados los resultados del concurso Fondecyt de iniciación en investigación 2016 (propuesta de selección).

288 proyectos, de diversas universidades chilenas, fueron seleccionados para ejecutarse con este importante apoyo del Gobierno de Chile para la investigación de los próximos años. Sabemos que Fondecyt Iniciación sigue siendo el apoyo a investigadores e investigadoras jóvenes más importante que existe en Chile, y por ello, observar los números de esta última adjudicación se vuelve relevante, pues nos muestra con bastante certidumbre, quiénes estarán incorporándose a la ejecución de proyectos en los próximos años.

A continuación, los resultados del Fondecyt de Iniciación que acaban de salir; junto a la adjudicación de Fondos del año pasado (2015).

20162015El presente año, las mujeres investigadoras en todas las disciplinas dirigirán un 31% de los proyectos financiados v/s un 69% de hombres; y en Ingenierías, sólo un 15% de mujeres v/s un 85% de hombres.

La proporción de mujeres con proyectos adjudicados en el año 2015 fue de un 33% v/s un 67 % de hombres; y en las ingenierías un 24% mujeres v/s un 76% hombres.

Cabe hacer notar que desconocemos aún la distribución por género de quienes han postulado sus proyectos a este fondo, la cual puede estar influenciando estos resultados.

Aún así, el desafío sigue pendiente…

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En el 2014 en Estados Unidos y Canadá, la proporción  de mujeres estudiante y graduándose de ingeniería promedian el 20%

En un estudio realizado por la American Society for Engineering Education donde se contempla a 368 universidades de ingeniería en Estados Unidos y a 9 universidades de ingeniería de Canadá, se muestra que el ingreso de mujeres al año 2014 en estas universidades es del 21,4%, donde el 19,9% de ellas recibió el grado de licenciatura.

Fuente: https://www.asee.org/papers-and-publications/publications/college-profiles/15EngineeringbytheNumbersPart1.pdf

 

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Representación de mujeres en el claustro académico es del 11%

En el claustro de académicos de la UTFSM (que incluye a académicos de la Casa Central y los campuses San Joaquín y Vitacura), la participación de mujeres es del 11%.

La distribución de académicas pertenecientes al claustro por cada Departamento de la UTFSM es mostrada en la siguiente Figura.

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(Fuente: datos internos de la UTFSM, Junio 2016)

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1964 – Graciela Muñoz, la primera mujer en recibir un título de ingeniera de la UTFSM en Octubre 1964

Graciela Muñoz fue la primera ingeniera titulada en nuestra casa de estudios. Hemos encontrado en los archivos una carta que el rector de la institución dirigió a Graciela en ese entonces.

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(Fuente: Archivo UTFSM)