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Directora de Anillo Disonancias se reúne con el Observatorio de Género de Ciencias e Ingeniería

Con el objetivo de reunir información sobre temas de género en la región y compartir perspectivas entre investigadoras, la doctora Andrea Vera compartió una reunión con las investigadoras del Observatorio de Género en Ciencias e Ingeniería.  

Andrea Vera es directora del Anillo “Disonancias: Comunidad, Universidad e Irrupción Feminista”, donde investigan sobre cómo ha sido el proceso de institucionalización de género en las universidades chilenas, además de analizar la irrupción feminista que tuvo lugar en Chile en el año 2018. Este proyecto busca poner énfasis en los nudos conflictivos que han surgido en este proceso y promover una convivencia universitaria más inclusiva. 

¿Desde tu investigación cómo ves los avances en género dentro de las universidades? 

“Estamos analizando los nudos críticos que se han originado a partir de ese proceso de institucionalización. Sin lugar a dudas existen muchos avances en términos institucionales como la Ley  21369 , que mandata a las universidades a crear oficinas de género, protocolos, que ya están andando en la mayoría de los casos”. 

¿Han diagnosticado algún aspecto que aún no marche bien? 

“Sí, la evidente sobrecarga que existe hoy sobre las oficinas de género. En la gran mayoría de los casos están a cargo de mujeres académicas, que se ven sobrecargadas en sus labores. Esta ley no traía un presupuesto amarrado, esto ha significado que las carreras de mujeres que ya tenían mucho trabajo han tenido que hacer aún más del que ya tenían”. 

Andrea Vera también se encuentra trabajando en su proyecto de investigación Fondecyt “Cultura ingenieril en Chile: un abordaje interdisciplinar “, donde analiza los grupos ingenieriles en Chile, las diferencias de género y cómo se va configurando una norma masculina en los campus de ingeniería.   

 Respecto de ésta nos comentó que: “Estamos estudiando cinco universidades en Chile y hemos encontrado cosas bien interesantes y esto tiene que ver con diversos factores. Primero con la representación, hay más hombres que mujeres pero no solo es eso, sino que también esto viene acompañado del espacio y/o la especialidad, también sobre cómo se diseñan los espacios en los campus universitarios y cómo se utilizan. El entender la especialidad como lenguaje para interrogar la norma de género porque también de alguna manera es devolverle la materialidad al género, que se inscribe en el cuerpo donde se escriben todas las relaciones de poder. En eso estoy poniendo el énfasis. También hay otra línea que tiene que ver con cómo se construyen otros tipos de masculinidades en los campus de ingeniería”. 

¿Cómo ves hoy las masculinidades en comparación al pasado en estos espacios? 

 “Los chicos universitarios en sus veintes están muy miedosos al decir cosas, existe miedo a la funa.  Me da la impresión que están algo despistados pensando en ‘cómo es que tengo que comportarme ahora’, lo que antes estaban bien, hoy ya no. ‘Hay cosas que han cambiado y no me di cuenta el por qué cambiaron’. Esas son dificultades que me interesa analizar”.  

  ¿Qué te parece el trabajo que se está articulando desde el Observatorio de Género de Ciencias e Ingeniería”   

  “Me parece alucinante todo lo que están haciendo desde el Observatorio de Género. partiendo porque es tremendamente valorable que la Universidad Santa María tenga un Observatorio de Género. Es una muy buena señal con mucha potencia política pero también de investigación. Creo que el trabajo es fabuloso y que tiene mucho potencial”.  

 

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Pamela Soto, investigadora postdoctoral en género: “En la USM hay interés político-institucional por hacer transformaciones”

Recientemente incorporada a nuestra universidad, la nueva investigadora postdoctoral de la USM repasa algunos aspectos sobre su llegada a la institución, sus inquietudes teóricas y los desafíos que enfrentamos en la materia.

Por Nicolás Jara

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Todo un hito para la Universidad Técnica Federico Santa María es la reciente incorporación de una nueva investigadora postdoctoral para realizar investigación en género desde la filosofía política. Se trata de la Doctora y Licenciada en Filosofía Pamela Soto García, quien se integra a trabajar junto al Observatorio de Género en Ciencia e Ingeniería gracias a una convocatoria realizada por la Dirección General de Investigación, Innovación y Emprendimiento, orientada a desarrollar investigación en la temática desde las perspectivas de las humanidades, ciencias económicas o sociales en áreas STEAM.

Desde sus primeros años de especialización se ha dedicado a la filosofía política, tema que se vincula estrechamente con los estudios de género, realizando docencia en distintas universidades del país a nivel de pre y postgrado. Durante sus estudios de pregrado comenzaron sus primeras inquietudes teóricas sobre cómo responder filosóficamente al problema de la desigualdad de género.

¿Cómo influyeron aquellas primeras inquietudes sobre desigualdad de género en su trabajo como investigadora?

Mis primeras inquietudes al respecto surgieron durante mi pregrado en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, materializándose en una tesis de pregrado y doctorado, acerca del pensamiento de la filósofa española María Zambrano, quien fue exiliada a fines de los años 30 por el franquismo y que cuenta con una amplia producción científica.

Para mí era muy importante incorporar el pensamiento elaborado por filósofas a la discusión política, recuperando con ello sus aportes y perspectivas para una democracia que no se reduzca a un modelo de gobierno, sino que considere en su implementación aspectos relacionales. En el caso específico de María Zambrano, la situación vital que acompañó su trabajo me ha permitido ir desarrollando una investigación que se interesa por pensar desde las fronteras y transdisciplinariamente.

¿Qué temas se abordarán en su investigación al interior de la USM?

Me pareció muy interesante cuando se abrió este concurso específico de la DGIIE para venir a un espacio como la USM a pensar la desigualdad estructural que acompaña la vida de las mujeres en el conocimiento. Hoy día existe un interés en relación con las políticas de cuidado que acompaña la vida de las mujeres, sin embargo, a mí me preocupa que en estas discusiones se incorporen también los aspectos epistemológicos puestos en juego en la construcción de conocimiento, el entender que en su construcción operan sesgos de género.

Existe una categoría denominada “injusticia epistémica”, elaborada el año 2007 por la filósofa Nancy Fraser, para dar cuenta de cómo hay discursos y actores cuya construcción de conocimiento no tiene la misma valía culturalmente que otras. Me parece interesante indagar en esos aspectos, tanto epistemológicos como políticos, que acompañan la desigualdad de vida de las mujeres en el conocimiento.

Estaba precisamente en estas lecturas y discusiones asociados a proyectos sobre género y STEM, cuando me encuentro con la postulación de ingreso a la universidad como investigadora postdoctoral. Y en específico la propuesta consiste en revisar y analizar filosóficamente las políticas públicas a nivel latinoamericano que se han desarrollado para abordar la desigualdad de género, desde tres categorías que para mí son relevantes: saber, poder y vida, de modo que podamos pensar en no solamente hacer un diagnóstico de la situación, sino también explorar qué posibilidades de modificación de esas desigualdades estructurales podemos empezar a desmantelar, asumiendo los marcos normativos hoy existentes.

Desde su perspectiva, ¿por qué es importante incorporar la perspectiva de género en la investigación?

Ésa es una pregunta interesante, porque tenemos una política pública institucional que ha propendido a instalar el enfoque de género, pero que no aborda los aspectos epistemológicos a los que anteriormente hacía referencia. Además, no necesariamente todos entienden lo que implica y cuáles son los elementos que están en puestos juego.

Es relevante que como institución universitaria abordemos estos aspectos, para profundizar e incorporar en nuestro quehacer una perspectiva de género que permita que distintos grupos marginados, entre ellos las mujeres, puedan ser parte de la construcción de conocimiento, garantizando a su vez espacios más democráticos.

Abordar el género no puede reducirse a una discusión exclusiva acerca de tareas de cuidado o número de mujeres en lugares de poder, debido a que este enfoque no asegura la incorporación de su producción científica en las mismas condiciones, pues existen brechas epistemológicas, que hoy hacen que no se reconozca en las mismas los aportes al conocimiento hechos por las mujeres y otros colectivos. También hay elementos étnicos, de raza, clase, que se van cruzando, y que desde el feminismo nos invitan a pensar en la interseccionalidad que marca a los cuerpos y los discursos que desde ellos se proponen. Por eso considero que es urgente empezar a distinguir cuáles son los sesgos que en el área de la investigación aún se mantienen.

En su opinión, ¿en qué pie estamos como universidad en temas de género?

Yo hoy veo que en la USM hay interés político-institucional por hacer transformaciones vinculadas a la igualdad de género, y eso es vital. Considero que me he integrado a una universidad que entiende que es necesario avanzar, que está pensando en cómo hacerlo y se está articulando para ello, para integrar la perspectiva de género en los diversos ámbitos de su quehacer universitario.

Estas condiciones hacen que yo, que vengo de otra área disciplinar, esté interesada en participar y aportar desde mi conocimiento a la transformación de los espacios educativos, para que sean más democráticos, con mayor justicia social y una sociedad más libre de prejuicios, sesgos que acompañan la generación de conocimiento, las trayectorias educativas y académicas en todos sus niveles.

Finalmente, ¿cuáles son sus expectativas durante su paso por nuestra Universidad?

Para mí, como investigadora, éste fue un paso muy importante en mi toma de decisiones. Obviamente me gustaría poder no solo desarrollar una investigación de dos años, sino que seguir aportando a la USM y al país para realizar este tipo de transformaciones. Yo creo que la universidad hoy tiene la posibilidad de ser pionera en las áreas de ciencia e ingeniería en la incorporación de la perspectiva de género a partir de toda esta articulación que se está empezando a generar. Y por supuesto me encantaría participar en procesos que tienen que ver con mejores condiciones de vida, oportunidades a las mujeres, a las disidencias y a los cuerpos feminizados en la vida cotidiana.

Además, considero muy interesante el interés de la universidad de abrirse a otras disciplinas, es algo en lo que me interesa como investigadora participar. Y tengo la convicción de  que existen las condiciones institucionales para ser pioneros a nivel latinoamericano en la implementación de políticas de género en investigación y formación en STEM.

CONGRESO FILOSOFÍA

Participación de filósofas USM en el XIX Congreso de la International Association of Women Philosophers

Entre el 31 de julio y el 4 de agosto se realizó, por primera vez en América Latina, el Congreso de la Asociación Internacional de Mujeres Filósofas (IAPh), organización con más de 40 años de existencia. En esta oportunidad, las exposiciones giraron en torno a los “feminismos hoy, contribuciones filosóficas contra las violencias, la discriminación y las exclusiones”.CONGRESO FILOSOFÍA

La institución organizadora, junto con la IAPh, fue el Departamento de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, lo que a su vez permitió situar la reflexión desde una dimensión política, dada la conmemoración de los 40 años de democracia en Argentina, que nos recuerda las demandas y deudas por mayor justicia social que aún se mantienen con los países y pueblos del Sur Global. Y es desde este lugar que se interroga acerca de los aportes y los desafíos del feminismo para avanzar hacia mayor justicia, igualdad y democracia.

El encuentro contó con decenas de simposios temáticos, mesas redondas, workshops, conversatorios y ponencias libres, en las que participaron dos filósofas pertenecientes a la UTFSM. Pamela Soto, investigadora postdoctoral y miembro del Observatorio de Género, con ponencias sobre: política del cuidado, biopolítica y feminismo en el Chile postdictadura y acerca del colonialismo en el continente latinoamericano, junto a varías expositoras de diversas redes de filósofas (en la que participó en calidad de integrante de la Red de Filósofas Feministas de Chile). Esto último quisa sea una buena interpretación de la relevancia de estos encuentros académicos, debido a la numerosa participación en el encuentro y la diversidad de discusiones que se presentaron, lo que expresa el interés por conocer la filosofía sobre mujeres y hecha por mujeres, además de la importancia del fortalecimiento del intercambio entre filósofas de diversos continente que se reunieron para conocer sus investigaciones, pero también para articular iniciativas en conjunto, que pudieran trocar la grave y urgente diferencia sexual que ha mantenido por siglos a las mujeres en espacios subordinados de la historia y ajenas a la academia, lo que a lo largo de siglos se ha expresado en variados contextos, haciéndose crítica la situación en algunas área de conocimiento, entre ellas, la filosofía, las ciencias y la ingeniería.

LORENA ZUCHELAdemás, destacamos la participación de la profesora del Departamento de Estudios Humanísticos y también miembro del Observatorio de Género de nuestra casa de estudios, Lorena Zuchel, quien participó del simposio de filosofía intercultural, a través de una revisión crítica acerca de la participación de mujeres en los Congresos internacionales de filosofía intercultural, como muestra de la participación de filósofas en estos encuentros en general. En su exposición, destacó a autoras de distintos continentes, quienes no solo han realizado en estos congresos aportes situados desde sus propias locaciones, sino también atentas críticamente a las locuciones del canon filosófico que se ha sostenido y ha sostenido a la cultura patriarcal. Desde allí, ofrecía preguntas sobre la idea del silencio -desde ciertos silenciamientos y desde las ideas desplegadas sobre el “dejar hablar”-, así como también, sobre la necesidad de incorporar en la investigación intercultural la perspectiva interseccional.

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Estudio sobre relaciones de género en universidades chilenas es presentado en Campus San Joaquín

En la actividad, organizada por los Departamentos de Informática e Ingeniería Química y Ambiental, se dieron a conocer los principales resultados de la investigación realizada en las 27 universidades que componen el CRUCH.

IMG_7031bLa Dra. Antonia Santos, socióloga y Coordinadora de la Comisión de Igualdad de Género del Consejo de Rectores de Universidades Chilenas (CRUCH), expuso ante la comunidad de Campus San Joaquín su estudio sobre relaciones de género en los 27 establecimientos de educación superior que componen el organismo, y que ya fue presentado a las autoridades universitarias. La participación de la profesional fue posible tras recibir la invitación de la Universidad Técnica Federico Santa María.

Bajo el título “Relaciones de género en las universidades chilenas. Reflexiones sobre la (des)igualdad”, la Dra. Santos dio a conocer los principales resultados de su investigación, en una charla que además fue transmitida vía streaming para toda la comunidad universitaria.

“Nuestro propósito era traer a alguien que ha realizado investigación en temas de desigualdad de género en las universidades chilenas. La Dra. Santos tiene estadísticas y números que se condicen con nuestra realidad, y consideramos que es importante que nuestra comunidad universitaria los conozca”, explica la académica del Departamento de Informática, Claudia López, coordinadora de la actividad junto a María Paz Domínguez, del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental.

La desigualdad en números

En su exposición, la socióloga entregó diversas cifras que reflejan, a su juicio, el actual nivel de desigualdad de género que existe en las universidades. “Pese a que existe paridad en el acceso a la educación, siguen existiendo carreras asociadas a la mujer. Un ejemplo de ello es el área de las ciencias médicas, cuya matrícula alcanza a un 70,1% de mujeres, mientras que en las ingenierías, el porcentaje llega a sólo un 27,1%”.

A lo anterior, Santos suma el hecho de que pese a que la matrícula femenina es superior a la masculina en carreras de pregrado, el porcentaje disminuye a medida que aumenta el grado académico, siendo mayoritaria la presencia de hombres en doctorados. Realidad que, según la investigadora, revela que el acceso a niveles de especialización aún se mantiene preferentemente ligado al mundo masculino.

Además, Santos profundizó en la brecha existente entre el total de académicos y académicas que desempeñan sus funciones en las universidades del CRUCH. “A nivel total, un 62% de los académicos son hombres, mientras que un 38% son mujeres, diferencia que es aún mayor a nivel de publicaciones, con una presencia masculina de un 73,3%, y sólo un 26,7% de estudios divulgados por mujeres”.

Asimismo, la socióloga indicó que sólo una de cada cuatro universidades tiene una política establecida de igualdad de género. “La voluntad institucional es clave para atender la desigualdad de género. Debemos aceptar que esta discriminación está presente, e implementar políticas de igualdad de género que nos ayuden a mejorar esta situación”, aseguró.

La exposición fue muy bien recibida por los asistentes, quienes tuvieron la oportunidad de aclarar sus dudas y compartir sus visiones con la expositora.

“Considero que estos datos se deben difundir en las universidades, pues lo que hacen es confirmar y reflejar las experiencias que tenemos en los espacios universitarios. Estoy muy contenta de estar aquí, y me parece estupendo que los estudiantes, hombres y mujeres, estén interesados en conocer esta información, que puede contribuir a su formación y a sus reflexiones”, afirmó Santos.

Evaluación positiva que es compartida por la profesora López. “Tenemos el desafío como sociedad de mostrar esta realidad a aquellos que no necesariamente comparten que esto es problemático. Esta charla nos permite entregar evidencia que permite visibilizar la desigualdad de género en las universidades locales”, concluyó.

Quienes estén interesados, pueden revisar el video de la charla en el canal de YouTube de la USM o directamente en el siguiente link.

FUENTE: Noticias USM

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Investigadora del Observatorio participa del Primer Congreso Latinoamericano de Investigación y Educación Superior Interdisciplinaria

El pasado mes de Septiembre se llevó a cabo en la ciudad de Montevideo, Uruguay el Primer Congreso Latinoamericano de Investigación y Educación Superior Interdisciplinaria. El encuentro fue organizado por  el Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República del Uruguay, el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Doctorado en Estudios Interdisciplinarios de la Universidad de Valparaíso de Chile, y el Instituto de Ciencias de la Naturaleza, Territorio y Energías Renovables de la Pontificia Universidad Católica de Perú.

Entre los días 27 al 30 diferentes investigadores, estudiantes, activistas y profesionales se conectaron en los diferentes espacios de discusión y debate en las diferentes líneas de trabajo del congreso.

Nuestro Observatorio de Género en Ciencias e Ingeniería USM, participó activamente del encuentro, donde nuestra investigadora Paulina Santander Astorga, presentó un poster científico titulado “Mujeres en la ingeniería: estudio de las trayectorias laborales de las ingenieras egresadas de la Universidad Técnica Federico Santa María desde un enfoque interdisciplinario”. Dicha presentación graficó la experiencia de trabajo interdisciplinario que ha convocado el trabajo colaborativo de todos los miembros del observatorio e incorporó resultados preliminares de las tres investigaciones en curso que el observatorio lleva a cabo en el marco del proyecto multidisciplinario otorgado por la DGIP, titulado “Mujeres en la ingeniería: trayectorias laborales de las ingenieras de la región de Valparaíso”.

En el encuentro nuestra investigadora pudo presentar y discutir la experiencia y los resultados del trabajo además de vincularse y aprender otras experiencias de trabajo interdisciplinarios y diferentes técnicas de consolidación de equipos de estas características.

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VIII LAWCC – Valpo, Oct. 2016

VII Congreso Latinoamericano de Mujeres en Computación  – Valpo, Oct. 2016

Este año participé en el VII congreso latinoamericano de mujeres en computación que se organiza en la conferencia CLEI 2016. Fue súper motivador conocer del trabajo que se está haciendo en Latinoamérica y el Caribe en favor de la equidad de género en el desarrollo de carreras de computación, particularmente en las universidades de Costa Rica. Es motivante conocer el caso del Tecnológico de Costa Rica que es una institución parecida en muchas características a la UTFSM y que ya cuenta hace años con su oficina de género, la cual que ha  implementado con éxito planes de atracción de mujeres a programas de computación.

Por mi parte, tuve mi primera participación invitada en un panel sobre género y computación. Tuve aquí la oportunidad de exponer sobre lo que he aprendido al respecto en especial en el último año gracias al curso de la CEPAL y nuestro trabajo en el observatorio de género en ciencia e ingeniería. Diseñé mi presentación con la motivación de que Chile es el país latino con más alta tasa de feminidad de la pobreza. Luego describo una serie de iniciativas que, quizás desarticuladamente aún, están tratando de atacar en diferentes frentes las brechas de género que aún prevalecen. El punto fuerte de la presentación se enfoca en el ejemplo emblemático de la U de Chile como una institución educativa que trabaja para fomentar la equidad de género. Dejo aquí mis slides.

Autora: Claudia López

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Participación de Investigadora del Observatorio en 1000 científicos 1000 aulas, de Explora

 

Entre el 3 y el 9 de octubre de 2106 se realizó la semana “1000 científicos 1000 aulas”, de Explora, que pretende despertar en las futuras generaciones el interés por la ciencia. En esta oportunidad, la investigadora de nuestro Observatorio, y académica del Departamento de Estudios Humanísticos, Lorena Zuchel, participó con una charla en la Escuela Básica John F. Kennedy E-64, de San Felipe, para estudiantes de sexto y séptimo básico.

La idea de este programa de Explora, es que profesores y profesoras puedan contar las razones por las cuales decidieron elegir su profesión a estudiantes de 2016-10-03-13-27-07educación Parvularia, Básica y Media; así como también invitarlos a experimentar su ámbito laboral, y “mostrar el fruto de sus investigaciones en una relación coloquial con la comunidad escolar”.

Tal como indica el Proyecto, “la principal motivación es tender un puente entre el mundo escolar y la comunidad científica para que niñas, niños, jóvenes y docentes puedan conocer de primera fuente el trabajo científico que se realiza en Chile, su relevancia para la sociedad y vislumbrar la ciencia como una actividad posible en su horizonte”[1].

En esta oportunidad, la profesora Zuchel realizó la charla “La ingeniería y las mujeres, un desafío”, en las que invitó a los niños y niñas a comprender el significado de la ciencia y la tecnología para la actualidad, a través de un juego muy sencillo de construcción con marshmallows  y espaguetis, y a conocer la vida y obra de 3 científicas destacadas: Sophie Germaín, Augusta Ada Byron (Ada Lovelace) y Marie Curie. Para la profesora Zuchel, la razón de participar en esta instancia, se debe a la de “aceptar la invitación que otorga Explora para compartir las experiencias universitarias con niños y niñas, y mostrar los desafíos de la propia universidad”. En el caso de la ingeniería, y de nuestra institución, comenta que “nos debemos la posibilidad de abrir nuestras aulas a más mujeres, pero para eso, es preciso mostrar a las personas de más corta edad que en la ingeniería, como en la ciencia, las mujeres podrían atreverse de igual a igual con los hombres. No siempre ha sido así –agrega-, y en la historia de esas 3 grandes mujeres, se puede corroborar lo tormentoso que ha sido atreverse con disciplinas que culturalmente han sido descritas como de hombres; pero por lo mismo, mostrar esos desafíos en espacios de incipiente educación, puede venir a desnaturalizar contextos, y a posibilitar un país más justo”.

Vea imágenes de la charla en la Escuela John Kennedy aquí

[1] http://www.explora.cl/602-participacion-nacional/10250-se-abren-las-inscripciones-1000-cientificos-1000-aulas-2016

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Desafíos para medir las TIC y la brecha digital de género

La medición de las TIC es compleja ya que las TIC evolucionan rápidamente (de mainframes a celulares e Internet de las cosas pasando por computadores personales y laptops) y son apropiadas para diversos fines (sector productivo, gobierno, educación, mejoras de calidad de vida). La definición de las TIC y su ámbito de acción son bastante dinámicos, por lo que medirlas impone el desafío de adecuarse a este dinamismo.

Por otro lado, es clave medir las TIC como un medio y no como un fin. Así, la medición de acceso a las TIC es necesaria pero no suficiente. Igualmente, es necesario entender aspectos de intensidad y tipos de uso así como las habilidades. Sin embargo, pienso que el mayor desafío es medir cómo el uso de las TIC ayuda a las personas en diferentes ámbitos. Si las TIC son clave para el desarrollo humano, es necesario construir indicadores que midan hasta qué nivel las personas pueden usar las TIC para lograr tal desarrollo.

Medir las TIC y el género

Pienso que hay dos desafíos clave para medir la brecha digital de género. El primero es que las brechas de género son sociales, lo que implica que otros factores están relacionados la brecha digital de género. Por ejemplo, la cantidad de tiempo libre que tienen las mujeres para desarrollar habilidades TICs y el nivel  de educación y socioeconómico que alcanzan en promedio son factores que están relacionados a la brecha digital de género. Por lo tanto, no basta con incluir la variable género en las mediciones. Se deben incluir las otras variables socio-demográficas que son relevantes a la brecha.  

El segundo desafío es que las brechas de uso, y por consecuencia las de habilidades TICs, pueden ser afectadas por la oferta de contenidos disponibles. Si el contenido web es altamente masculinizado, estereotipado, o permite violencia de género, es entonces muy probable que las mujeres (y las minorías) no adopten ciertos contenidos o usos de las TICs. Si ello sucede sistemáticamente, entonces no habrán tenido el tiempo de uso necesario para desarrollar ciertas habilidades TICs. Así, las mediciones de uso TICs deben considerar que las tecnologías y muchos de los contenidos web están siendo construidos en su mayoría por hombres, lo cual puede tener implicancias para el nivel de uso de las mujeres y las minorías.

Autora: Claudia López

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Los riesgos de la economía digital

Como parte del curso que estoy tomando, tratamos el tema de la economía digital, definido por la Cepal como “una nueva forma de funcionamiento que se desarrolla en un entorno de cambios rápidos y flexibles a escala mundial, como los siguientes: cambios tecnológicos, que abarcan el desarrollo de las TIC y la informacionalización de la economía y la sociedad; cambios económicos, relacionados con la globalización de la economía mundial; y cambios organizativos, porque la productividad y la competitividad dependen crucialmente de las estructuración de redes empresariales.” Esta definición viene súper influenciada por las visiones de Castells de la Era de la Información.

Dejo aquí mi conclusión sobre los riesgos de la economía digital: Pienso que el gran riesgo de la economía digital es que el uso de las tecnologías y, por ende, sus beneficios pueden ser desigualmente distribuidos en la población mundial. De hecho, hay gran evidencia de que hoy en día existen múltiples y amplias brechas digitales que están correlacionadas a variables sociodemográficas y socioeconómicas de las personas (y de los países!) que aumentan las desigualdades que ya afectan nuestra sociedad. Las brechas digitales dejan en mayor desventaja a los grupos sociales que ya tenían desventajas antes de la aparición de la economía digital. Las brechas digitales revelan un comportamiento general en el que aquellos que tienen oportunidades logran aún más oportunidades, y aquellos que no las tenían enfrentan aún más desventajas.

Evidencia de estos riesgos es que en el 2016, aún existen cuatro mil millones de personas sin acceso a Internet, según el Banco Mundial. Además, aunque la primera brecha digital (de acceso) se ha ido cerrando, la segunda brecha digital de uso y habilidades de tecnologías de información persiste incluso en países desarrollados. Esta brecha es mucho más difícil de cerrar, y podría incluso aumentar, ya que los usos y habilidades de las tecnologías de información se desarrollan a través del tiempo, especialmente en actividades de trabajo, y cambian muy a menudo junto a los cambios tecnológicos.

Los riesgos asociados a las brechas van acompañados al hecho de que uno de los efectos de las tecnologías es la pérdida de trabajos relacionados a tareas rutinarias y automatizables. Si las personas que desempeñan estos trabajos, no tienen la posibilidad de insertarse en el mundo laboral de la economía digital, esto abre un nuevo problema social. De hecho, se estima que de los siete millones de trabajo que se han perdido gracias a la introducción de tecnologías, sólo dos millones de trabajos se han recuperado. Mitigar estos efectos es necesario para poder tener una más justa distribución de los beneficios de la economía digital.

Finalmente, pienso que un riesgo adicional es que mucho de las potenciales soluciones para mitigar estos riesgos requieren de decisiones políticas de alto nivel, junto con inversión, que apunten a implementar la infraestructura tecnológica necesaria, a desarrollar las habilidades digitales en toda la ciudadanía, y a crear un ecosistema de instituciones y regulaciones que propicie el uso de las tecnologías en pro del bien común. Este tipo de decisiones políticas puede evitar que las tecnologías se vuelvan un medio más de desigualdad y control de parte de un grupo social (o incluso de los mismos gobiernos) sobre otros grupos sociales. Lamentablemente, pienso que esto puede ser un riesgo, ya que ciertos gobiernos podrían no tomar estas decisiones ya sea por falta de visión o dinero como también por un afán controlador de la ciudadanía.

Autora: Claudia López